Utopía
Ella está en el horizonte
Me acerco dos pasos,
ella se aleja dos pasos.
Camino diez pasos y el horizonte
se corre diez pasos más para allá.
Por mucho que camine,
nunca la alcanzaré.
¿Para qué sirve la Utopía?
Pero eso sirve: Para caminar.
Eduardo Galeano
(Uruguay, 1940)
Me acerco dos pasos,
ella se aleja dos pasos.
Camino diez pasos y el horizonte
se corre diez pasos más para allá.
Por mucho que camine,
nunca la alcanzaré.
¿Para qué sirve la Utopía?
Pero eso sirve: Para caminar.
Eduardo Galeano
(Uruguay, 1940)
Eduardo Galeano
(1940- )
Eduardo
Germán Hughes Galeano, nace en Montevideo el 3 de septiembre de 1940. En él
conviven el periodismo, el ensayo y la narrativa, siendo ante todo un cronista
de su tiempo, certero y valiente, que ha retratado con agudeza la sociedad
contemporánea, penetrando en sus lacras y en sus fantasmas cotidianos. Lo
periodístico vertebra su obra de manera prioritaria. De tal modo que no es
posible escindir su labor literaria de su faceta como periodista comprometido.
A los 14 años entró en el mundo del periodismo,
publicando dibujos que firmaba "Gius", por la dificultosa
pronunciación castellana de su primer apellido. Algún tiempo después empezó a
publicar artículos. Se firmó Galeano y así se le conoce. Ha hecho de todo: fue
mensajero y dibujante, peón en una fábrica de insecticidas, cobrador,
taquígrafo, cajero de banco, diagramador, editor y peregrino por los caminos de
América.
En sus inicios fue redactor jefe de la prestigiosa
revista Marcha (1960-64), publicación que durante décadas dio
cobijo a las voces más interesantes de las letras uruguayas y que terminó
siendo silenciada en 1974 por la dictadura. En el año 1964 Galeano es director
del diario Época. En 1973 Galeano tuvo que exiliarse a Argentina en
donde funda y dirige una revista literaria titulada Crisis, en la
que también destaca la labor del poeta Juan Gelman. En 1975 se instala en
España, encontrando un país que estaba a punto de dar un salto histórico
cualitativo, con el octogenario dictador como sombra de sí mismo. Reside en
Calella, al norte de Barcelona. Publica en revistas españolas y colabora con
una radio alemana y un canal de televisión mexicano.
Sus primeros escritos son reportajes de corte político
en los que la realidad aparece continuamente golpeada por las circunstancias.
Tanto el reportaje titulado "China"(1964) como "Crónica
de un desafío", del mismo año, o "Guatemala, un país
ocupado" (1967) reflejan una escritura de urgencia, de denuncia,
que retrata la cotidianeidad de unos tiempos difíciles con una escritura
situada siempre en primera línea de los hechos que vertebran el presente. Con "Las
venas abiertas de América latina"(1971), explicativo título, logró su
obra más popular y citada, condenando la opresión de un continente a través de
páginas brutalmente esclarecedoras que se sumergen en la amargura creciente y
endémica de América Latina. Esta obra ha sido traducida a dieciocho idiomas y
mereció encendidos elogios desde diversos sectores. El escritor alemán Heinrich
Böll, Premio Nobel de Literatura en 1972 y autor de "Opiniones de un
payaso", obra clave de la literatura contemporánea, llegó a decir a
propósito de la obra de Galeano que pocas obras en los últimos tiempos le
habían conmovido tanto.
Junto al Galeano periodista empieza a aparecer el
Galeano narrador que prolonga en sus obras su visión de América Latina. De la
novela corta "Los días siguientes" (1963) a los
relatos contenidos en "Vagamundo" (1973) pasan diez
años pero se mantiene una misma percepción de las cosas, continuada en "La
canción de nosotros" que merecío el premio Casa de las
Américas de 1975. En Galeano el contexto político y social no puede
eludirse y es el marco central en el que transitan sus historias. "Días
y noches de amor y de guerra" (1978) se enmarca en los difíciles
días de la dictadura en Argentina y Uruguay.
Con la "Memoria del fuego" hay
una recuperación del pasado indigenista. Esta obra narra la odisea de las dos
Américas, centrándose en los hechos más cotidianos, componiendo una trilogía
febril e incisiva, apoyada en la rigurosidad de las fuentes y en la que se
entrecruzan crónicas históricas con pinceladas del presente, siempre en busca
de un futuro más justo. De aquella trilogía histórica formaban parte "Los
nacimientos"(1982), "Las caras y las máscaras" (1984)
y "El siglo del viento" (1986). En los tres libros
hay un mismo objetivo y como dice el periodista italiano Gianni Miná, una voz
incisiva y militante que trata de impedir que se olvide la tragedia que asola a
quienes viven en el más completo subdesarrollo.
"La memoria del fuego" está
estructurada en torno a pequeñas vivencias cotidianas que es en donde encuentra
Galeano la verdadera grandeza del ser humano. La intrahistoria es el universo
en el que caminan las obras del escritor uruguayo, al margen de grandes gestas
y de sucesos grandilocuentes, que se apartan del hombre de a pie y del
verdadero devenir de los acontecimientos históricos. Son, en palabras de
Galeano, historias pequeñas, pero no minimalistas.
Joan Manuel Serrat toma prestado un fragmento de una de
estas historias de la"Memoria del fuego" para ilustrar a
modo de presentación en sus recitales el tema"Che Pykasumi",
que el cantautor interpreta en lengua guaraní.
Un año antes de la publicación de "El
siglo del viento" y una vez terminada la dictadura uruguaya
regresa a Montevideo. Tres años después firma "El libro de los
abrazos", de contenido más sutil y poético. El propio Galeano
definiría de este modo la raíz de esta obra: "Creo que un autor al
escribir abraza a los demás. Y éste es un libro sobre los vínculos con los
demás, los nexos que la memoria ha conservado, vínculos de amor, solidaridad.
Historias verdaderas vividas por mí y por mis amigos, y como mi memoria está
llena de tantas personas, es al mismo tiempo un libro de "muchos"...
Es un equívoco que ha fragmentado los lazos de solidaridad, que ha condenado a
este mundo de finales de siglo a tener hambre de abrazos, a padecer de soledad,
el peor tipo de soledad: la soledad en compañía. Es el mismo proceso que se
manifiesta con la pobreza".
Precisamente en "El libro de los
abrazos", uno de los libros más exitosos y logrados de Galeano, está
contenido un pequeño relato titulado "La noche". Este
relato dividido en cuatro partes sirvió de inspiración a Serrat para su canción "Secreta
mujer" que formó parte del álbum "Sombras
de la China" (1998):
Eduardo Galeano
(1940- )
Eduardo
Germán Hughes Galeano, nace en Montevideo el 3 de septiembre de 1940. En él
conviven el periodismo, el ensayo y la narrativa, siendo ante todo un cronista
de su tiempo, certero y valiente, que ha retratado con agudeza la sociedad
contemporánea, penetrando en sus lacras y en sus fantasmas cotidianos. Lo
periodístico vertebra su obra de manera prioritaria. De tal modo que no es
posible escindir su labor literaria de su faceta como periodista comprometido.
A los 14 años entró en el mundo del periodismo, publicando dibujos que firmaba "Gius", por la dificultosa pronunciación castellana de su primer apellido. Algún tiempo después empezó a publicar artículos. Se firmó Galeano y así se le conoce. Ha hecho de todo: fue mensajero y dibujante, peón en una fábrica de insecticidas, cobrador, taquígrafo, cajero de banco, diagramador, editor y peregrino por los caminos de América.
En sus inicios fue redactor jefe de la prestigiosa revista Marcha (1960-64), publicación que durante décadas dio cobijo a las voces más interesantes de las letras uruguayas y que terminó siendo silenciada en 1974 por la dictadura. En el año 1964 Galeano es director del diario Época. En 1973 Galeano tuvo que exiliarse a Argentina en donde funda y dirige una revista literaria titulada Crisis, en la que también destaca la labor del poeta Juan Gelman. En 1975 se instala en España, encontrando un país que estaba a punto de dar un salto histórico cualitativo, con el octogenario dictador como sombra de sí mismo. Reside en Calella, al norte de Barcelona. Publica en revistas españolas y colabora con una radio alemana y un canal de televisión mexicano.
Sus primeros escritos son reportajes de corte político en los que la realidad aparece continuamente golpeada por las circunstancias. Tanto el reportaje titulado "China"(1964) como "Crónica de un desafío", del mismo año, o "Guatemala, un país ocupado" (1967) reflejan una escritura de urgencia, de denuncia, que retrata la cotidianeidad de unos tiempos difíciles con una escritura situada siempre en primera línea de los hechos que vertebran el presente. Con "Las venas abiertas de América latina"(1971), explicativo título, logró su obra más popular y citada, condenando la opresión de un continente a través de páginas brutalmente esclarecedoras que se sumergen en la amargura creciente y endémica de América Latina. Esta obra ha sido traducida a dieciocho idiomas y mereció encendidos elogios desde diversos sectores. El escritor alemán Heinrich Böll, Premio Nobel de Literatura en 1972 y autor de "Opiniones de un payaso", obra clave de la literatura contemporánea, llegó a decir a propósito de la obra de Galeano que pocas obras en los últimos tiempos le habían conmovido tanto.
Junto al Galeano periodista empieza a aparecer el Galeano narrador que prolonga en sus obras su visión de América Latina. De la novela corta "Los días siguientes" (1963) a los relatos contenidos en "Vagamundo" (1973) pasan diez años pero se mantiene una misma percepción de las cosas, continuada en "La canción de nosotros" que merecío el premio Casa de las Américas de 1975. En Galeano el contexto político y social no puede eludirse y es el marco central en el que transitan sus historias. "Días y noches de amor y de guerra" (1978) se enmarca en los difíciles días de la dictadura en Argentina y Uruguay.
Con la "Memoria del fuego" hay una recuperación del pasado indigenista. Esta obra narra la odisea de las dos Américas, centrándose en los hechos más cotidianos, componiendo una trilogía febril e incisiva, apoyada en la rigurosidad de las fuentes y en la que se entrecruzan crónicas históricas con pinceladas del presente, siempre en busca de un futuro más justo. De aquella trilogía histórica formaban parte "Los nacimientos"(1982), "Las caras y las máscaras" (1984) y "El siglo del viento" (1986). En los tres libros hay un mismo objetivo y como dice el periodista italiano Gianni Miná, una voz incisiva y militante que trata de impedir que se olvide la tragedia que asola a quienes viven en el más completo subdesarrollo.
"La memoria del fuego" está estructurada en torno a pequeñas vivencias cotidianas que es en donde encuentra Galeano la verdadera grandeza del ser humano. La intrahistoria es el universo en el que caminan las obras del escritor uruguayo, al margen de grandes gestas y de sucesos grandilocuentes, que se apartan del hombre de a pie y del verdadero devenir de los acontecimientos históricos. Son, en palabras de Galeano, historias pequeñas, pero no minimalistas.
Joan Manuel Serrat toma prestado un fragmento de una de estas historias de la"Memoria del fuego" para ilustrar a modo de presentación en sus recitales el tema"Che Pykasumi", que el cantautor interpreta en lengua guaraní.
Un año antes de la publicación de "El siglo del viento" y una vez terminada la dictadura uruguaya regresa a Montevideo. Tres años después firma "El libro de los abrazos", de contenido más sutil y poético. El propio Galeano definiría de este modo la raíz de esta obra: "Creo que un autor al escribir abraza a los demás. Y éste es un libro sobre los vínculos con los demás, los nexos que la memoria ha conservado, vínculos de amor, solidaridad. Historias verdaderas vividas por mí y por mis amigos, y como mi memoria está llena de tantas personas, es al mismo tiempo un libro de "muchos"... Es un equívoco que ha fragmentado los lazos de solidaridad, que ha condenado a este mundo de finales de siglo a tener hambre de abrazos, a padecer de soledad, el peor tipo de soledad: la soledad en compañía. Es el mismo proceso que se manifiesta con la pobreza".
Precisamente en "El libro de los abrazos", uno de los libros más exitosos y logrados de Galeano, está contenido un pequeño relato titulado "La noche". Este relato dividido en cuatro partes sirvió de inspiración a Serrat para su canción "Secreta mujer" que formó parte del álbum "Sombras de la China" (1998):
A los 14 años entró en el mundo del periodismo, publicando dibujos que firmaba "Gius", por la dificultosa pronunciación castellana de su primer apellido. Algún tiempo después empezó a publicar artículos. Se firmó Galeano y así se le conoce. Ha hecho de todo: fue mensajero y dibujante, peón en una fábrica de insecticidas, cobrador, taquígrafo, cajero de banco, diagramador, editor y peregrino por los caminos de América.
En sus inicios fue redactor jefe de la prestigiosa revista Marcha (1960-64), publicación que durante décadas dio cobijo a las voces más interesantes de las letras uruguayas y que terminó siendo silenciada en 1974 por la dictadura. En el año 1964 Galeano es director del diario Época. En 1973 Galeano tuvo que exiliarse a Argentina en donde funda y dirige una revista literaria titulada Crisis, en la que también destaca la labor del poeta Juan Gelman. En 1975 se instala en España, encontrando un país que estaba a punto de dar un salto histórico cualitativo, con el octogenario dictador como sombra de sí mismo. Reside en Calella, al norte de Barcelona. Publica en revistas españolas y colabora con una radio alemana y un canal de televisión mexicano.
Sus primeros escritos son reportajes de corte político en los que la realidad aparece continuamente golpeada por las circunstancias. Tanto el reportaje titulado "China"(1964) como "Crónica de un desafío", del mismo año, o "Guatemala, un país ocupado" (1967) reflejan una escritura de urgencia, de denuncia, que retrata la cotidianeidad de unos tiempos difíciles con una escritura situada siempre en primera línea de los hechos que vertebran el presente. Con "Las venas abiertas de América latina"(1971), explicativo título, logró su obra más popular y citada, condenando la opresión de un continente a través de páginas brutalmente esclarecedoras que se sumergen en la amargura creciente y endémica de América Latina. Esta obra ha sido traducida a dieciocho idiomas y mereció encendidos elogios desde diversos sectores. El escritor alemán Heinrich Böll, Premio Nobel de Literatura en 1972 y autor de "Opiniones de un payaso", obra clave de la literatura contemporánea, llegó a decir a propósito de la obra de Galeano que pocas obras en los últimos tiempos le habían conmovido tanto.
Junto al Galeano periodista empieza a aparecer el Galeano narrador que prolonga en sus obras su visión de América Latina. De la novela corta "Los días siguientes" (1963) a los relatos contenidos en "Vagamundo" (1973) pasan diez años pero se mantiene una misma percepción de las cosas, continuada en "La canción de nosotros" que merecío el premio Casa de las Américas de 1975. En Galeano el contexto político y social no puede eludirse y es el marco central en el que transitan sus historias. "Días y noches de amor y de guerra" (1978) se enmarca en los difíciles días de la dictadura en Argentina y Uruguay.
Con la "Memoria del fuego" hay una recuperación del pasado indigenista. Esta obra narra la odisea de las dos Américas, centrándose en los hechos más cotidianos, componiendo una trilogía febril e incisiva, apoyada en la rigurosidad de las fuentes y en la que se entrecruzan crónicas históricas con pinceladas del presente, siempre en busca de un futuro más justo. De aquella trilogía histórica formaban parte "Los nacimientos"(1982), "Las caras y las máscaras" (1984) y "El siglo del viento" (1986). En los tres libros hay un mismo objetivo y como dice el periodista italiano Gianni Miná, una voz incisiva y militante que trata de impedir que se olvide la tragedia que asola a quienes viven en el más completo subdesarrollo.
"La memoria del fuego" está estructurada en torno a pequeñas vivencias cotidianas que es en donde encuentra Galeano la verdadera grandeza del ser humano. La intrahistoria es el universo en el que caminan las obras del escritor uruguayo, al margen de grandes gestas y de sucesos grandilocuentes, que se apartan del hombre de a pie y del verdadero devenir de los acontecimientos históricos. Son, en palabras de Galeano, historias pequeñas, pero no minimalistas.
Joan Manuel Serrat toma prestado un fragmento de una de estas historias de la"Memoria del fuego" para ilustrar a modo de presentación en sus recitales el tema"Che Pykasumi", que el cantautor interpreta en lengua guaraní.
Un año antes de la publicación de "El siglo del viento" y una vez terminada la dictadura uruguaya regresa a Montevideo. Tres años después firma "El libro de los abrazos", de contenido más sutil y poético. El propio Galeano definiría de este modo la raíz de esta obra: "Creo que un autor al escribir abraza a los demás. Y éste es un libro sobre los vínculos con los demás, los nexos que la memoria ha conservado, vínculos de amor, solidaridad. Historias verdaderas vividas por mí y por mis amigos, y como mi memoria está llena de tantas personas, es al mismo tiempo un libro de "muchos"... Es un equívoco que ha fragmentado los lazos de solidaridad, que ha condenado a este mundo de finales de siglo a tener hambre de abrazos, a padecer de soledad, el peor tipo de soledad: la soledad en compañía. Es el mismo proceso que se manifiesta con la pobreza".
Precisamente en "El libro de los abrazos", uno de los libros más exitosos y logrados de Galeano, está contenido un pequeño relato titulado "La noche". Este relato dividido en cuatro partes sirvió de inspiración a Serrat para su canción "Secreta mujer" que formó parte del álbum "Sombras de la China" (1998):
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